La Policía Nacional cuenta con escasos recursos económicos para poder mantener sus unidades de patrullaje operativas. Se dice, no hay dinero para reemplazar llantas gastadas, para devolver unidades al servicio por falta de partes, es costosísimo mantener mecánicos y talleres y por último, no es función de la policía el mantenimiento de los autos patrulleros.
Entonces es un problema de incremento presupuestal y de capacidad del personal administrativo. Lo primero es solucionable mediante el incremento de partidas presupuestales del pliego del Ministerio del Interior (Ejecutivo y Congreso) y dándole la posibilidad que cuente con ingresos propios por servicios de seguridad brindados a las municipalidades distritales. Sobre la capacidad del personal, es responsabilidad del Ministro contar con personas idóneas para el control de su flota de patrulleros que eviten tener vehículos parados y fugas de partes y combustibles a destinos distintos de la función pública.
Pero la respuesta de las autoridades ha ido en otro sentido, alquilar patrulleros. Dicen que de esta manera se tendrá siempre vehículos operando en perfectas condiciones. Hasta aquí muy bien, pero y el problema de los recursos económicos cómo se solucionó, porque ahora no solo se tiene que presupuestar los costos del vehículo y su mantenimiento, sino que también hay que agregar los costos de reposición, seguros de alto riesgo y utilidad del rentista.
Los problemas que siempre hay en las licitaciones para la adquisición de vehículos patrulleros, de persistir la idea de rentar patrulleros a terceros, ojalá no se trasladen a la licitación para determinar el postor ganador del contrato de renta.
Recomiendo mejor juicio en el análisis para resolver los problemas del país.
Lima, 27 de Septiembre de 2009
Alejandro Montoya
domingo, 27 de septiembre de 2009
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